De que las elecciones en Chile se han transformado en la venta de un producto llamado "candidato presidencial" no cabe ninguna duda. Los primeros indicios se dieron en la pasada elección presidencial donde el marketeo de Joaquín Lavín fue considerable, promocionando el lema "Viva el Cambio" como si fuera el de la próxima teleserie a estrenar.
Lamentablemente para nosotros los electores, la Concertación entró en el mismo juego. Por un lado Michelle Bachelet estudia cambios de look, lo que no hace otra cosa que confirmar el origen mediático de su candidatura (la gordita simpaticona arriba de los tanques), en tanto Soledad Alvear nomina al "piola" Marcelo Trivelli como generalísimo de su campaña.
Las movidas más inteligentes extrañamente han venido de parte de Joaquín Lavín, el cual ha optado por abandonar en cierta forma a sus disímiles Samurais y nominar a Cristina Bitar, sobrina del ministro concertacionista, como una de sus principales asesoras, optando por un personaje que promueve el acercamiento de sectores no pertenecientes a la derecha dura y que además proviene del mundo empresarial y no se percibe tan mediático como por ejemplo Trivelli. En ese mismo sentido, han habido acercamientos con Sebastian Piñera, sin embargo la negativa de los picapiedras de la UDI, en especial su "vocero de verano" Moreira nuevamente han mostrado que a la hora de pensar, mucho dejan que desear.
Espero que en los próximos meses las candidatas de la Concertación muestren un poco más de consistencia y de profundidad en el discurso. Los debates regionales propuestos por Alvear pueden ser una buena opción siempre y cuando se realicen casi al estilo norteamericano y tengan más fondo que forma. Asimismo, estos debates regionales pueden ser la única escapatoria para Alvear, que ve la realizacion de primarias regionales como su única opción para ser la Precandidata Presidencial de la Concertación.
Lamentablemente para nosotros los electores, la Concertación entró en el mismo juego. Por un lado Michelle Bachelet estudia cambios de look, lo que no hace otra cosa que confirmar el origen mediático de su candidatura (la gordita simpaticona arriba de los tanques), en tanto Soledad Alvear nomina al "piola" Marcelo Trivelli como generalísimo de su campaña.
Las movidas más inteligentes extrañamente han venido de parte de Joaquín Lavín, el cual ha optado por abandonar en cierta forma a sus disímiles Samurais y nominar a Cristina Bitar, sobrina del ministro concertacionista, como una de sus principales asesoras, optando por un personaje que promueve el acercamiento de sectores no pertenecientes a la derecha dura y que además proviene del mundo empresarial y no se percibe tan mediático como por ejemplo Trivelli. En ese mismo sentido, han habido acercamientos con Sebastian Piñera, sin embargo la negativa de los picapiedras de la UDI, en especial su "vocero de verano" Moreira nuevamente han mostrado que a la hora de pensar, mucho dejan que desear.
Espero que en los próximos meses las candidatas de la Concertación muestren un poco más de consistencia y de profundidad en el discurso. Los debates regionales propuestos por Alvear pueden ser una buena opción siempre y cuando se realicen casi al estilo norteamericano y tengan más fondo que forma. Asimismo, estos debates regionales pueden ser la única escapatoria para Alvear, que ve la realizacion de primarias regionales como su única opción para ser la Precandidata Presidencial de la Concertación.
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